Capitulo 18
By Unknown - 15:59
Subí
las escaleras dela Academia, rápidamente, para que nadie me viera a
más de las 12 de la noche fuera de la habitación, ya que alguien se
podría quejar. Todos teníamos enemigos enla Academia, y más yo.
Solo había que pensar en Selena, sus secuaces y sobretodo Justin
Bieber, el rey del paraíso.
Avancé
rápidamente por el pasillo, intentando ni hacer ruido para que nadie
me descubriera, justo cuando iba a llegar a mi habitación, sentí
como una puerta se abría y alguien me cogió bruscamente del brazo.
No me di cuenta de nada mas, ni siquiera me dio tiempo a gritar.
Me
quedé sin habla, ni siquiera me atrevía a gritar, sentí miedo por
un momento, pero empecé a observar cada parte de la habitación
delante de mi, los cuadros, el color de las paredes, el gran armario
que había frente a mi y esa habitación se me hizo conocida al
instante de estar allí.
Un
aroma varonil, rápidamente, me envolvió por completo. Era la
habitación de Justin. Me volteé con rapidez y me encontré con sus
ojos color miel mirándome atentamente, observando cada reacción. No
pude evitar ponerme nerviosa.
Tu:
Que demonios pretendes Bieber? –Dije con rabia en mis palabras,
mientras le miraba atentamente a los ojos, sin desviar mi mirada-
Justin:
Tenemos que hablar –se puso en pie, mientras se acercaba a mi,
peligrosamente, diría yo. Lo que me puso nerviosa-
Tu:
Que yo sepa, no tengo nada que hablar contigo –intenté
escabullirme de allí, pero el me puso un brazo en la pared
acorralándome allí mismo. Las pulsaciones de mi cuerpo aumentaron
demasiado-
Justin:
Sabes perfectamente, que tenemos que hablar… -suspiré mientras
venían las imágenes de la mañana a mi recuerdo- De lo que estas
pensando
Tu:
-Me sorprendí, como sabía que yo estaba pensando en aquello?- Pero…
que demonios dices? –Me alteré, apartándome de él, manteniendo
la distancia-
Justin:
Se que estas pensando en lo que pasó esta mañana, solo basta con
verte la sonrisa que tenías al pensar –dijo de nuevo con su tono
orgulloso-
Tu:
Si tan solo no fueras tan orgulloso, Bieber –apreté demasiado mi
mandíbula, haciendo que esta se marcara y Justin fijara su atención
en mi boca-
Justin:
Si tan solo no fuera tan orgulloso, que, Edison? –Se acercó a mí,
dejando poca distancia entre nosotros-
Tu:
Olvídalo, lo de esta mañana, no tiene que volver a pasar, si? –el
asintió serio y le aparté de mi, posando mi mano en su pecho
alejándole de mi-
Justin:
Eso no es lo que quieres –ignoró que lo aparté y se volvió a
acercar. Esta vez había escasos centímetros de mi boca a la suya,
lo que aumentó mi respiración considerablemente-
Tu:
Tú no sabes lo que quiero, Bieber. Tú no me conoces –Susurré,
con mi respiración algo agitada. Intenté cerrar los ojos para no
mirarle a los suyos, estaba demasiado cerca-
Justin:
Entonces… porque estas así? –esbozó una pequeña sonrisa
mientras se acercaba peligrosamente a mi cuello, cerré con fuerza
mis ojos, intentaba contener mis ganas de besarle. Espera
conseguirlo-
Tu:
Por lo que más quieras Bieber…. Para –le suplicaba con mi voz,
para que no hiciera lo que estaba pensando que me iba a hacer-
Justin:
Sabes perfectamente que no quieres que pare –se acercó más a mi,
chocando sus labios contra mi cuello. Notaba sus labios en mi cuello,
haciendo que el calor por mi cuerpo aumentara más de lo que yo
desearía, sus labios eran tan suaves que me hacían estremecer.
Intenté apartarle poniendo mi mano en su pecho, pero fue un gran
error, porque toqué justamente su torso fuerte, lo que hizo que mi
respiración se agitara mucho mas que antes. Dios, esto estaba
acabando conmigo lentamente y tenía que hacer algo para remediarlo,
no podía pasar otra vez lo de la mañana-
Tu:
Justin… -con mi respiración agitada, susurrando en su oído- Por
favor –le supliqué, pero el no hacía caso. Sus manos bajaron por
mi cadera hacia mi abdomen y metió sus manos por debajo de mi
camiseta-
En
ese momento se escuchó un ruido que provenía de la terraza abierta,
los dos nos separamos rápidamente y nos miramos asustados a los
ojos, era difícil de decir quien de los dos estaba más asustado.
Nuestras respiraciones eran agitadas. Me pasé mi mano por mi
cabello, haciendo que lo despeinara un poco y Justin miró afuera de
la terraza, comprobando que no había nadie, viendo lo que estaba
pasando.
Justin:
No hay nadie –me miró acercándose a mi- Seguramente fue en otra
terraza –se encogió de hombros, como si nada pasara y empezó de
nuevo a acercarse, pero yo me fui de su lado, acercándome a la
puerta-
Tu:
Esto no puede volver a pasar, Justin –vaya, le había llamado por
su nombre de nuevo, cosa que no era muy habitual en mí. Siempre le
decía Bieber-
Justin:
Porque? –Me preguntó curioso, con su rostro serio, mientras se
acercaba al igual que yo a la puerta de su habitación-
Tu:
Justin… -miré al suelo seria- Yo no soy como las demás chicas. Ya
lo sabes –puse mi mano en el pomo de la puerta y el puso la suya
encima de la mía, deteniéndome antes de abrir la puerta para salir
de aquella habitación-
Justin:
Precisamente por eso… -suspiró y se llevo su mano a su cabeza,
mientras despeinaba su cabello corto. Yo le miré atentamente a su
reacción, era como si estuviera nervioso, y la verdad no entendía
porque tenía esa extraña reacción-
Tu:
-suspiré nerviosa- Justin –intenté que dejara de hablar, esa
conversación no llevaba a ninguna parte, pero el me interrumpió-
Justin:
Tú…. No eres como las demás, nunca te dejas manipular por nadie,
las demás chicas….son iguales, pero tú –se acercó a mi- eres
diferente –me dijo mirándome atentamente a los ojos- Si te vas por
esa puerta, nos olvidaremos de todo esto… tu eliges –me miró
esperando una respuesta-
Tu:
Justin, yo nunca podría estar con un chico como tu…. Tu eres el
chico de todas y a mi no me gustaría estar en el lugar de Selena, a
mi no me gustaría compartirte con todas esas…. *beep* -dije con
rabia-
Justin:
Yo… todo se puede cambiar, no? –dijo mientras me miraba a mis
ojos. Suspiré profundamente, estaba tan indecisa, no sabía que
hacer en ese momento. Hacía tanto tiempo que no estaba tan nerviosa
e indecisa. Dios! Que demonios quería decir con esas palabras!? En
ese instante, todo era tan confuso-
Tu:
Todo esto es una locura… -negué con mi cabeza, el me miraba
expectante- Será mejor para todos –apreté de nuevo mi mandíbula,
pero esta vez con más rabia por mi decisión y abrí el manillar de
la puerta para finalmente salir de aquella habitación, dejando atrás
todo lo que había pasado durante aquella locura de día. Dejando
atrás a Justin Bieber, el rey del paraíso. La persona, que seguiría
siendo mi enemigo, de eso estaba completamente segura-
Toqué
lentamente la puerta, con cuidado, mientras intentaba no despertar a
nadie. Seguramente Demi estaría levantada, la había visto desde el
jardín mientras ella se sentaba en una silla en el balcón.
La
puerta se abrió y su sonrisa me hizo sacar una mueca, intentando
fingir que todo estaba bien, cuando realmente no lo estaba. Todo era
un gran lío, en el que yo, precisamente, ____ Edison, estaba metida y
justo en el centro.
Demi:
Vaya –hizo una mueca curiosa, al ver mi rostro, mientras yo me
sentaba en mi cama y soltaba un suspiro- Cualquier persona diría que
acabas de ver a un fantasma –cerró la puerta mientras se sentaba
en su cama, que estaba justo al lado de la mía. La habitación
estaba completamente oscura, tan solo se podía ver, gracias a una
lámpara que estaba en la mesilla de Demi. Encima de la cama de Demi,
en la litera de arriba estaba Miley, seguramente durmiendo-
Tu:
Quiero dormir, solo eso –dije seria, mientras empezaba a cambiarme
de ropa, y ponerme mi pijama corto de verano. Aunque todavía no era
verano, faltaba poco para entrar en el y hacía bastante calor
afuera-
Demi:
Pasó algo que me perdí? –arqueó su ceja intentando que le
respondiera-
Tu:
La pregunta es que no paso –contesté con cierto sarcasmo en mis
palabras. Ya me había cambiado y estaba sentada en mi cama, con las
manos sobre mi cabeza, suspirando agachada, mirando al suelo-
Demi:
Algo me hace pensar que tiene que ver… con cierta persona que tiene
de apellido “Bieber”, me equivoco? –levanté mi cabeza y le
miré a sus ojos oscuros. Asentí con la cabeza-
Tu:
Necesito desahogarme con alguien –le miré de nuevo a sus ojos
profundos y ella hizo una mueca-
Demi:
Di todo lo que necesitas…. Yo te escucho y prometo no interrumpirte
–hizo una mueca graciosa, a la que yo esbocé una sonrisa
divertida, pero de nuevo puse mi rostro serio. Empecé a contarle
todo, eran las 12 y media de la noche, era tarde para nosotras.
Mañana tendríamos que madrugar, pero me daba igual, necesitaba
decir todo lo que tenía que decir, para quedarme tranquila y
desahogarme… era lo que necesitaba más en ese momento-
0 comentarios