Capitulo 21
By Unknown - 22:33
Estaba
concentrada en la charla que estaba dando el profesor en frente de
todos los alumnos que estábamos en el aula de canto. Habíamos
tenido a primera hora clase de baile y había acabado tan agotada de
hacer la coreografía grupal. Intentaba distraerme de mis
pensamientos, pero era algo imposible sabiendo que era la última
hora de clases de la semana y cuando acaba la clase saldríamos en
autobuses hacia la playa para celebrar la fiesta de cumpleaños de
Vanessa.
Sonó
el timbre, lo que me hizo estremecer, mire a las chicas que estaban
contentas y sin parar de sonreír alegres. Miley y Demi salieron
conmigo de la clase. Bieber y sus amigos habían salido nada mas
escuchar el timbre de salida, seguramente irían a coger sus maletas.
Subimos
las escaleras hacia el pasillo donde estaban nuestras habitaciones.
Taylor y Jasmine se fueron a su habitación para coger sus maletas y
yo me fui a la mía con las chicas. Cogimos las maletas y cerramos la
puerta. Estaba perdida en mis pensamientos, cualquiera diría que no
me iría a una fiesta durante todo el fin de semana. Es mas, eso no
hacía que me pusiera nada contenta. Teniendo en cuenta que el chico
que ahora estaba frente a mi cerrando la puerta de su habitación y
cogiendo su maleta, estaría en aquella fiesta y lo tendría que
soportar durante todo el fin de semana. Cosa que acabaría por
sacarme de mis casillas, lo presentía.
Tu:
Miley apúrate! Llegaremos tarde y nos quedaremos sin asientos! -metí
prisa a la chica mientras ella terminaba de coger su bolso para salir
finalmente de la habitación y cerrarla con llave-
Miley:
Tranquila ____ -caminamos por el pasillo- Hay dos autobuses -rió
divertida-
Tu:
-hice una mueca no muy convencida mientras llegábamos frente a uno
de los grandes autobuses-
Demi:
Chicas! -dijo nuestra amiga, bajándose del gran autobús- En este
esta todo completo. Tendremos que ir al otro -nos dirigimos las dos
hacia el otro autobús que estaba justo detrás del que acababa de
salir Demi y entramos después de dejar nuestras maletas en el
maletero de abajo-
Taylor:
Chicas dense prisa! Quedan pocos asientos! -dijo la rubia mientras
nosotras subíamos a los asientos-
Demi
corrió para sentarse al lado de su amiga Taylor, Jasmine estaba
justo detrás de las chicas sentada con una de sus amigas y no veía
ningún asiento libre. Observé a mi alrededor todos los asientos,
mientras rezaba que hubiera un asiento de dos libre para Miley y para
mi, no soportaría que me tocara sentarme al lado de un o una popular
insoportable. Aunque, gracias a dios, Selena y sus amiguitas no
estaban en aquel autobús, seguramente estarían en el otro porque en
ese casi no quedaban plazas, estaba casi todo completo. Di un suspiro
de alivio mientras comprobaba con Miley que no había ningún popular
en aquel lugar.
Miley:
Ven ____ -me tomó de la mano, desprevenida y me hizo caminar con
ella hasta detrás de Jasmine y su amiga- Aquí hay un asiento libre
-sonreí y suspiré tranquila-
-: Lo
siento pero no esta libre -dijo una voz masculina detrás de mi y
volteé rápidamente- Ese asiento es de Justin y Chaz, vendrán
seguramente ahora-
Tu:
Ah si? -dije arqueando una ceja mientras miraba a Ryan con cara de
pocos amigos- Pues fíjate que no veo sus nombres en ningún lugar
-contesté algo molesta y con un tono sarcástico-
Miley:
-soltó una pequeña risita por debajo, y la conseguí escuchar.
Sonreí triunfante mientras me sentaba con Miley en su asiento- Así
se habla Edison -me guiñó un ojo cómplice mientras nos sentábamos
y sonreí-
Justo
dos minutos después de sentarnos Miley y yo en aquel asiento,
sentimos como alguien llegaba al autobús y este se cerraba, para
arrancar pronto, ya que el otro autobús estaba empezando a marcharse
de la Academia, rumbo a la playa.
Era
Justin y Chaz, llegaban tarde como de costumbre. Pasaron por nuestro
lado buscando con la mirada a Ryan y a Jason y los encontraron justo
detrás de nosotras. Bieber me miró arqueando una ceja y esquivé su
mirada, ya sabía lo que venía luego...
Justin: Edison creo que estas en mi sitio -me dijo con cara de pocos amigos,
era normal en el hablarme de esa forma, ya estaba acostumbrada-
Tu:
Bieber -le miré mientras las chicas volteaban a ver nuestra
“conversación” y los chicos hacían lo mismo....estaban
acostumbrados a ese tipo de discusiones entre nosotros dos, era
normal. Y sobre todo eran unos cotillas- Yo no veo “Este asiento
pertenece a Justin Bieber” por ningún sitio, así que me puedo
sentar -le dije con un tono de sarcasmo-
Justin:
-iba a hablar pero justo se escucho la voz grave del conductor
“Chicos siéntense en sus asientos, nos vamos ya”- Esto no va a
quedar así Edison -dijo con rabia en sus palabras y se fue con Chaz a
los asientos próximos a nosotras. Justin se sentó detrás de mí
con Ryan y Chaz con Jason delante de Taylor y Demi-
El
autobús comenzó a moverse mientras nos alejábamos de La Academia y
la mayoría empezaron a aplaudir y silbar. Eso me irritó, es que no
se podían estar callados o se iban a morir sin hacer estu*pideces
por unos segundos? Si, Justin me estaba poniendo de los nervios
porque escuchaba música en su iPhone y la estaba poniendo muy alta.
Eso me ponía nerviosa, a mi no me importaba la música que el
escuchaba, pero sabía perfectamente que lo estaba haciendo para
molestarme y para que le dijera algo. Se había propuesto sacarme de
mis casillas, solo porque le quité el asiento con Miley. Y quería
restregarle por su cara, que no lo iba a conseguir.
Suspiré
profundamente y me puse los auriculares en mis oídos, para encender
poco después el iPod y sumergirme en mi mundo, en el que Bieber no
me molestara ni me sacara de quicio.
Aunque
de vez en cuando notaba las carcajadas de Justin y de Ryan detrás de
mí. Miré a mi lado y vi como Miles dormía acurrucada en su asiento
con la cabeza hacia un lado y sus cascos puestos mientras la música
de su iPod sonaba. No pude evitar sonreír y desvié mi mirada hacia
la ventana del autobús mientras la voz de Katy Perry me hacia
perderme en mi mundo por completo. Me encantaba escuchar música
mientras veía a la carretera en los viajes, era como si todo eso me
relajara, ver los coches ir en dirección contraria me hacia sentir
bien. Las nubes con el sol radiante en el cielo parecían como si nos
siguieran y no nos desampararan ni un solo segundo en nuestro
trayecto hacia la playa.
Poco
a poco el sueño se fue apoderando de mi, mientras cerraba los ojos
despacio hasta que no pude ver nada mas, todo se volvió oscuro en el
estribillo de “Teenage Dream”.
Notaba
como una mano me mecía hacia los lados y alguien me quitaba
rápidamente, y con algo de brusquedad, mis auriculares. Empecé a
abrir los ojos despacio mientras me encontraba con la sonrisa de
Miles. No comprendía porque narices me estaba despertando de mi
sueño profundo, la verdad era mejor dormir que verle la cara de
egocéntrico a Bieber y soportar sus carcajadas mientras me sacaba de
mis casillas.
Miley:
Vamos a parar en un lugar para ir al baño y comprar algo de comer.
Vienes? -me preguntó mientras me despejaba y abría los ojos-
Tu:
Creo que si -sonreímos las dos- Necesito bajar de este autobús para
despejarme un poco -hice una mueca-
Jasmine:
Chicas, van a bajar o se quedan aquí? -dijo sonriente la morena
mientras se colaba entre el hueco que había entre los asientos
delante de nosotras. Asentimos las dos sonrientes- Todos van a bajar
-rió- Dios necesito algo de comer! -hizo una mueca graciosa-
Tu:
Yo también! -reímos las tres-
Bajamos
la mayoría de las personas, unos estaban justo en frente del autobús
hablando, otros fumaban mientras que el resto estaban comprando algo
de comer e iban al baño. Habían sido dos horas agotadoras, aunque a
mi se me habían pasado enseguida porque había estado durmiendo todo
el tiempo.
Me
compré un refresco y una bolsita de M&M’s al igual que Miley,
las dos amábamos comer de esas bolitas de chocolate. Subimos Demi,
Taylor, Jasmine, Miles y yo al autobús. Todos estaban sentados en
sus asientos, menos nosotras y en pocos segundos retomaríamos el
trayecto hacia la playa.
Caminé
con Miley riendo por el pasillo del autobús hasta nuestros asientos,
pero por desgracia ya los ocupaban otras personas. Suspiré
intentando tranquilizarme para no ponerme de mal humor, que al fin y
al cabo era lo que Bieber quería y pretendía. El me miraba con una
sonrisa sobre su rostro.
Tu:
Se puede saber que hacen en nuestros asientos? -pregunté de mal
humor, Miley intentaba tranquilizarme, y buscaba más asientos pero
solo quedaban dos, uno al lado de Bieber y otro al lado de Chaz-
Justin:
No son vuestros asientos, que yo sepa no pone “Asientos de ____ Edison y Miley Cyrus” en ningún sitio -dijo con una sonrisa
triunfante en su rostro. Si intentaba que me enfadara, lo estaba
consiguiendo-
Tu:
Te odio Bieber -dije con rabia y dolor en mis palabras. Estaba más
que enfadada-
Justin:
No más que yo Edison -me dedicó una sonrisa malévola-
Miley:
____, solo hay dos asientos -me dijo apenada. Miley también odiaba a
Justin, pero a ella no le hacía tantos comentarios malintencionados
como a mí, parecía que a la única persona a la que le interesaba
molestar era a mi, no a ella-
Justin:
Tienes dos opciones Edison -dijo sonriente. Esa dichosa sonrisa no
desaparecía en ningún maldito momento- O sentarte conmigo o
sentarte en el pasillo y te echara el conductor del autobús -arqueó
una ceja-
Tu:
Dios! Como te odio -dije entre dientes mientras me sentaba a su lado.
Miley ya había ido a sentarse con Chaz. Vaya, que buena había sido,
prefería que sufriera su amiga y ella sentarse con el menos molesto
de los amigos de Bieber. Tendría que acordarme de mis planes de
matarla por su “buena acción”, al bajar de aquel maldito
autobús.
El
autobus empezo a rodar mientras salíamos de aquella parada en la que
habíamos bajado. Notaba la mirada atenta de Justin, intentaba no
ponerme nerviosa, porque eso me incomodaba y mucho. Seguía mirándo
fijamente por la ventanilla, por lo menos, estaba en el asiento al
lado de la ventana y no en el pasillo. Empecé a beber de mi
refresco, pero casi se cae de mis manos. Lo que le provocó a Justin
que se riera, le lancé una mirada asesina para que se callara.
Tu: A
ti nunca se te han caido las cosas de las manos o eres perfecto?
–arqueé una de mis cejas, conteniendo toda mi rabia en mi interior
y el me miró directo a los ojos- Te puedes parar de reir? –pero el
ni siquiera contestaba nada-
Justin:
-seguía riendo- No –rió de nuevo. Se quedó mirándome
atentamente como antes y yo le intenté ignorar mientras echaba a mi
boca unos M&M’s-
Había
pasado tan solo una hora en aquel viaje, Justin había estado
escuchando música, pero esta vez con sus grandes cascos, haciendo
que no me molestara tanto, como unas horas antes. Al final, estar
sentada a su lado por mas de una hora, no era tan malo como había
creido desde el momento en el que me senté a su lado. Notaba su
mirada sobre mi rostro de nuevo, lo que me incomodaba.
Tu:
Me puedes dejar de mirar, por favor? –le dije de mal humor- Me
incomoda que me esten mirando todo el rato
Justin:
Acaso te pone nerviosa? –arqueó una ceja-
Tu:
Acaso te gusta mirarme? –arqueé una de mis cejas, viendo como su
sonrisa desaparecía de su rostro de repente. Por fin, había
conseguido lo que quería-
Volteé
mi mirada de su rostr algo desencajado, no se esperaba para nada que
le dijera eso, solo bastaba con ver su reacción. Intenté mirar a la
carretera, mientras los coches pasaban y el sol lucía en todo su
explendor, pero no me duraron mucho mis vistas, porque a los pocos
segundos sentí una mano voltearme el rostro y rapidamente unos
labios chocaron con los míos. Eran cálidos, mis labios se movían
con suavidad en aquella boca. Abrí los ojos para encontrarme con
Justin. Que demonios estaba haciendo?! Me estaba besando delante de
todos!? Bueno, me estaba besando en medio del autobús, pero lo
cierto era que nadie se estaban enterando de lo que estaba pasando,
ya que la mayoría dormía en sus asientos y se podía escuchaba el
silencio.
El
beso era lento. Nuestras lenguas empezaron a jugar mientras sus
labios no se apartaban de los míos, sentí un escalofrío recorrer
la mayor parte de mi cuerpo y su mano se puso en mi cintura. Nos
estuvimos besando hasta que el autobus aparcó delante de la playa,
un cuarto de hora después. Lo cierto es que no me hubiera despegado
de sus labios nunca, de no haber sido porque tuvimos que bajar.
Suerte que nadie se había enterado.
Al
final, no había sido tan mala idea ponerme al lado de Justin.
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