Capitulo 39

By Unknown - 21:53




El resto del camino fue en completo silencio, apenas se escuchaba el sonido de los coches al pasar por nuestro lado mientras conducía Josh por la carretera en dirección a su casa. Miraba por la ventanilla del gran Range Rover negro de mi hermano, con la mirada perdida entre las calles del centro de Los Ángeles. Josh no vivía muy lejos dela Academia, a tan solo 15 minutos de aquel “infierno” que tenía como nombre “Paraíso”, sonreí en mi interior sarcástica por la contradicción que acababa de pasar por mis pensamientos.
 
Notaba la mirada de Josh ahora en mí, mientras yo la esquivaba y miré de nuevo por la ventanilla, viendo como estábamos ya en su casa. Suspiré antes de que el apagara el motor del coche y nos quedamos unos segundos mas en silencio absoluto, volví mi cabeza para mirar al frente y observar la casa que había delante de nosotros. Vaya, hacía meses que no venía por aquí y la verdad había cambiado bastante el lugar. El jardín rodeaba parte de la casa, el garaje delante de donde estaba estacionado el coche, era de color marrón oscuro, la casa era demasiado grande para vivir una sola persona, pero Josh era así, le gustaba tener su espacio, aunque a veces trataba de convencerme para que me fuera a vivir con él…pues ahora su deseo se iba a hacer realidad, y no de la manera en la que me hubiera gustado. Ahora estaba allí, huyendo de la persona que me había conseguido romper en mil pedazos después de entregarle todos los sentimientos que sentía y reconocer delante de él que lo quería desde hace más tiempo del que hubiera querido.
 
Josh: -tosió un poco para romper el incómodo e interminable silencio del coche, lo que me hizo bajar de la nube de pensamientos en la que estaba. Le miré intentando hacer una mueca, aunque no me salió para nada- Ha cambiado mucho la casa, se que estas pensando en eso –sonrió mientras yo le correspondía con una sonrisa fingida-
Tu: Lo se –hice una mueca, intentando esquivar su mirada-
Josh: Vamos, no quiero cargarte para llevarte a la casa, eres pesada –bromeo para que yo riera, pero ni siquiera consiguió eso. Es más, esa broma era una cosa más para venirme abajo, de nuevo. Sollocé agachando la cabeza para que no me viera-
Josh: Oh no –me dijo acercándose a mi con sus manos intentando coger mi rostro con delicadeza- No llores, no quise decir eso –se retractó arrepentido. Si algo había que odiaba Josh, era cuando me veía llorar.-
Tu: No es por eso, no importa –me limpié la lágrima que recorría mi mejilla y abrí la puerta del coche para salir ante la atenta mirada de mi hermano.-
Josh: Yo recojo la maleta, puedes subir a tu habitación –Me miró, justo antes de verme como me dirigía a recogerlas y me detuvo su comentario. Intento hacer una mueca, todavía arrepentido. Mientras yo asentía con la cabeza y el se dirigía a la parte trasera del coche para coger la maleta-
 
Rápidamente subí corriendo las escaleras para llegar al piso de arriba, observé las habitaciones que había y me decanté por una, si, todavía recordaba la habitación donde alguna vez había dormido. Abrí la puerta, estaba algo cambiada, pero seguía teniendo las mismas cosas que había dejado unos meses atrás. Sonreí algo apenada y me senté sobre la cama mientras me dejaba caer cansada. Me tumbé mirando al techo, necesitaba una ducha, quería relajarme, no pensar en nada… aunque sabía que eso iba a ser algo muy difícil, por no decir imposible.
 
 
Me acababa de dar una ducha, estaba mejor que antes, aunque los ojos todavía seguían rojos de llorar, si no llega a ser por el agua de la ducha, hubiera jurado que de mis ojos salía más agua que del grifo de mi baño. Una vez que empezaba a llorar y recordar todo lo que había pasado, no había manera de que parara.
Escuché mi iPhone sonar en la cama a mi lado, estaba tumbada, lo cogí con mi mano y me lo puse en mi oído después de contestar. Agradecía escuchar su voz, por lo menos me tranquilizaba.
 
Miley: Como estas? –Preguntó algo, nerviosa por el tono de su voz-
Tu: Si a estar bien te refieres no parar de llorar ni un solo segundo, entonces, estoy bien –dije con sarcasmo, triste todavía.-
Miley: -ella rió nerviosa de nuevo, lo que me intrigo- Donde fuiste? No nos dijiste a Demi y a mi nada de donde ibas. Estas en casa? –preguntó curiosa-
Tu: No –negué con la cabeza- Estoy en casa de John, si hubiera ido allí mis padres me hubieran hecho un interrogatorio y ahora eso es lo que menos necesito. –suspiré-
Miley: -se escuchó al otro lado del teléfono un “mi*erda”, parecía la voz de Demi.- Okay –contestó nerviosa-
Tu: Pasa algo? –fruncí mis cejas, algo preocupada-
Miley: -suspiró de nuevo, lo que me puso nerviosa.- Creo que lo debes saber… -esas palabras no ayudaban a relajarme, todo lo contrario-
Tu: Miley, habla –le exigí cambiando el tono de mi voz-
Miley: Justin, estaba muy enfadado después de hablar contigo y… fue a casa de Cody. –mi corazón se detuvo por un momento, conteniendo mi respiración, estaba sin habla, no sabía que decir, ni como reaccionar.-
Tu: Que?! –Dije susurrando sin poder creerlo- Que paso?
Miley: Se fue furioso a la habitación de los chicos, seguramente estará con Ryan y Chaz. -Esquivó de nuevo mi pregunta, parecía que no quería decir nada-
Tu: -maldije en mi interior mientras notaba como mis nervios se empezaban a apoderar poco a poco de mi cuerpo.- Dios –me pase mi mano por mi pelo, suspirando profundamente- No quiero que me encuentre, por favor no le digan nada a nadie. Si lo ve Josh… -me detuve al escuchar una voz-
Demi: El ya sabe todo? –Escuché la voz curiosa de mi otra amiga-
Tu: Se lo tuve que contar en el camino hacia casa, era lo menos que podía hacer, después de que me dejara quedarme aquí y que no le dijera nada a mis padres –hice una mueca, mientras los dedos de mi mano libre empezaban a chocar contra la mesa que tenía al lado, jugando con ellos.-
Miley: Mas tarde te llamo, si? –Noté como alguien llamaba al timbre de la casa, mi corazón se detuvo mientras pensaba en Justin.-
Tu: Claro –dije nerviosa, mientras colgaba la llamada y me dirigía sigilosamente por las escaleras hasta ver la entrada. Suspiré aliviada cuando me di cuenta, eran solo dos amigos de mi hermano.-
 
Noté como la mirada de mi hermano se detenía en mi, mientras avergonzada hacia una mueca, intentando no ponerme nerviosa. El me hizo un gesto con su mano para que bajara por las escaleras, y lo único que hice fue asentir. Bajé por las escaleras con cuidado mientras me aproximaba a mi hermano y a esos dos chicos, uno de ellos era rubio y alto, muy delgado y sus ojos eran marrones profundos. El otro era moreno, de ojos azules y también muy delgado. Me miraron sonrientes mientras me aproximaba hacia ellos tímida.
 
Josh: Ella es mi hermana ____ -me presentó a aquellos dos chicos, no me dejaban de mirar sonrientes-
Tu: Encantada –hice una mueca intentando sonreír, y por fin lo conseguí-
 
Les saludé, los conocía desde hacia unos años, siempre habían sido amigos de mi hermano desde pequeños. Eran muy simpáticos, tan solo estaban para pasar un rato. Ellos asintieron y se sentaron en el sofá junto a mi hermano. Yo lo único que hice, fue dirigirme hacia la cocina de la gran casa para tomar un vaso de agua.
 
Josh: ____, cenaremos dentro de un rato! –asentí mientras me miraban los tres y subía las escaleras hacia mi cuarto. Tampoco tenía ganas de comer nada, tan solo quería cerrar los ojos y que todo volviera a ser como antes, donde odiaba a Justin y el me odiaba a mi. Sin descubrir ninguno de nuestros sentimientos. Era lo mejor para mi y para él. Maldecía cada una de las palabras de aquella noche en la playa.-
 
Tan solo había pasado una hora de la llamada de Miley, los amigos de mi hermano se fueron de la casa y Josh empezó a preparar algo para cenar, aunque no tenía mucho apetito. Me tumbé en mi cama, mirando el reloj que colgaba en la pared de enfrente, marcaba las 9. Era de noche, aunque cada vez se hacía mas tarde de noche, tan solo quedaba poco más de un mes para terminar enla Academiay salir de vacaciones.
El timbre de la puerta sonó una vez, a los pocos segundos llamaron de nuevo. Me levanté, aunque pensé que Josh estaba en la casa, de seguro estaría escuchando música o no escuchaba el timbre mientras cocinaba.
La puerta de mi habitación estaba abierta, se podía escuchar todo lo que pasaba en el primer piso de la casa. Escuché una voz muy conocida, y sentí como el tono de mi hermano subía cada vez mas, parecía furioso.
 
Rápidamente me levanté de la cama, llegué hacia la puerta, caminé por el pasillo y me dirigí hacia las escaleras. Curiosa empecé a bajarlas sin darme cuenta de quien tenía delante, porque Josh me tapaba a aquella persona. Sentía la tensión que había en la casa.
 
Tu: Josh, todo va bien? –dije curiosa haciendo una mueca mientras me detenía cuando vi a Josh voltearse para mirarme a los ojos desconcertado y a Justin mirarme fijamente algo sorprendido. Tragué saliva, mis ojos estaban abiertos de la sorpresa.-
 
Y pude reconocer a la voz que mas odiaba en estos momentos, Justin, estaba en la casa. Y Josh le impedía pasar, estaba furioso, se notaba en su voz.
¿Cómo demonios se había enterado de donde estaba? Mis nervios aumentaban en mi interior, apoderándose de mí cada vez más y más, sin hacer nada para poder controlarlos o evitarlos. Tragué saliva, deshaciendo el nudo de mi garganta. Rogaba por que Justin se fuera de la casa.

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